COINFECCIÓN VIRAL EN EL COVID-19: CUANDO LOS VIRUS COMPITEN POR UN HUÉSPED
- Franklin R. Aguilar Gamboa
- 21 sept 2020
- 6 Min. de lectura
La coinfección es la infección simultánea de un organismo huésped por dos o más patógenos. En virología, este término se refiere comúnmente a la infección sincrónica de una sola célula mediante dos o más virus diferentes (1). En este sentido, se debe considerar que para que exista coinfección viral, una misma célula debe estar sometida por 2 virus a cuestas del consumo de su maquinaria metabólica. Un hecho que en principio podría atentar contra la naturaleza parasítica de estos agentes, ya que limitaría la disponibilidad de células a infectar. A pesar de ello, es frecuente detectar coinfecciones respiratorias de origen viral-bacteriano en pacientes de edad pediátrica, mientras que las coinfecciones virales se presentan en menor medida y se reporta en algunos estudios hasta en un 2,6 %. Del cual, el virus sincicial respiratorio aparece como el principal agente implicado(2).

En 2020 durante la pandemia producida por SARS-CoV-2, los reportes de confección viral ofrecen mucha información para comprender el impacto de las mismas sobre el COVID-19. Así, se pudo determinar que la coinfección puede aumentar la susceptibilidad a la enfermedad y promover la fase grave de la misma(3).
Por otro lado, virus sincicial respiratorio (RSV) rinovirus humano (HRV) metapneumovirus humano (HMPV) y coronavirus estacionales (CoV) fueron los agentes que acompañaron las infecciones por SARS-CoV-2 durante el primer semestre de 2020. Aunque cabe mencionar que estos representaron solo el 3,2 % de los casos(4). Comparable al 2.1 % reportado por Richardson et al (5). Lo cual sugiere que la confección de SARS-CoV-2 con virus estacionales es un evento a considerar pero que presenta baja frecuencia.
La coinfección de patógenos respiratorios más conocida es la reportada por Mycoplasma pneumoniae e influenza(6), y es que la asociación virus — bacteria es mucho más frecuente e incluso marcadores como PCR y procalcitonina suelen emplearse en el diagnóstico temprano de las mismas(7). Por otro lado, la probabilidad de coinfección por virus respiratorios en la era pre-COVID-19 fue más variable y osciló entre el 10 al 68 %(8), aunque en la práctica, sea muy difícil diferenciar si existe o no confección por virus.
Coinfección por SARS-CoV-2 e influenza: un dúo peligroso
Los casos de influenza ocurren durante todo el año, sin embargo, existe un incremento estacional que ocurre entre el otoño — invierno(9). De este modo, los reportes de influenza y COVID-19 se han circunscrito a países donde el primero se ha presentado de forma estacional. De hecho, fue durante el invierno chino en enero de 2020 que ocurrió el brote que afectó a la ciudad de Wuhan. La cual soportaba el clima más frío del año y ello hizo propicia la detección de casos de coinfección de COVID-19 e influenza(10).
La coinfección ocasionada por estos virus es especialmente compleja, debido a la dificultad para diferenciarlas. Algunos datos de esta asociación revelan un incremento de linfocitos (a diferencia de las monoinfecciones por COVID-19) y un deterioro más rápido del paciente. A ello se incorpora la dificultad de determinar esta entidad con métodos convencionales, donde la serología no tiene la capacidad de discriminar la presencia de ambos virus en el huésped al momento de la infección. Un atributo que si posee la detección del antígeno bajo técnicas de biología molecular.
Si se pretende reportar un caso de SAR-CoV-2 e Influenza en un mismo paciente bajo la forma de confección, se debe demostrar la presencia concomitante de ambos virus. Un hecho que sólo es posible con la detección simultanea del antígeno viral (preferentemente por técnicas moleculares) en una muestra respiratoria. Aún así, existe la posibilidad de obtener falsos negativos. Lo que dependerá no sólo del rendimiento de la prueba si no de la toma de muestra. En este sentido, a inicios de la pandemia se reportó en China un caso de confección que solo pudo ser descubierta por PCR-RT al obtener una muestra de broncoscopia luego de varios estudios repetidos en fluidos del tracto respiratorio superior(11).

Norteamérica y el riesgo de una sindemia.
El hemisferio norte del continente americano ingresará a la estación de otoño en los próximos días. Sí consideramos el número de casos activos, la crisis social y sanitaria, y la peligrosa tendencia del no uso de mascarillas que ha adquirido su población(12), podríamos pronosticar un escenario desfavorable en el que los casos de influenza y COVID-19 confluyan. De este modo, existe el riesgo de que el virus influenza estacional ocasione una sindemia, y que la confluencia con SARS-CoV-2 facilite su diseminación, incremente el número de casos y haga difícil su identificación y diferenciación.
La coinfección viral requiere un mayor nivel de atención y una mayor estadía hospitalaria. Sin embargo el riesgo de que ambos virus se diseminen de forma efectiva y sostenida por diversos países es mínimo. Ya que en este escenario, podrían ocurrir dos situaciones: primero que ambos compitan por infectar una misma célula, lo cual produciría la inhibición de alguno ellos y por otro lado podrían tener un efecto sinérgico y permisivo entre sí, lo cual iría en detrimento de la salud del paciente al incrementar la morbimortalidad. En Latinoamérica, la llegada de la primavera disminuye el riesgo de que se presenten casos de confección viral respiratoria, sobre todo con el virus Influenza. Sin embargo, hace falta vigilar activamente ésta y otras infecciones virales como las producidas por el dengue y el sarampión, las cuales se presentaban como las principales amenazas a la salud pública hasta antes de la pandemia(13).
La confección viral es un fenómeno frecuente de carácter estacional. En este sentido, el desarrollo de la actual pandemia incrementa las probabilidades de que ciertos virus confluyan en un mismo huésped. Sin embargo, se espera que las medidas de confinamiento, el distanciamiento social y el uso de mascarillas hagan de estos, eventos esporádicos y ocasionales. Sin duda, la efectividad de estas medidas solo se evidenciarán después de atravesar este periodo.
Autor: Microbiólogo. Franklin R. Aguilar-Gamboa.
Laboratorio de inmunología y virología — Dirección de investigación, Hospital Regional Lambayeque — Perú
REFERENCIAS
1. FINTO. Coinfección [Internet]. Servicio de ontología y tesauro finlandés. 2020. Disponible en: https://finto.fi/mesh/en/page/D060085
2. Becerra M, Fiestas V, Tantaleán J, Mallma G, Alvarado M, Gutiérrez V, et al. Etiología viral de las infecciones respiratorias agudas graves en una Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Rev Peru Med Exp Salud Publica [Internet]. 2019;36(2):231. Disponible en: http://dx.doi.org/10.17843/rpmesp.2019.362.4081
3. Netea MG, Giamarellos-Bourboulis EJ, Domínguez-Andrés J, Curtis N, van Crevel R, van de Veerdonk FL, et al. Inmunidad entrenada: una herramienta para reducir la susceptibilidad y la gravedad de la infección por SARS-CoV-2. Celular [Internet]. 2020; 181 (5): 969–77. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.cell.2020.04.042
4. Lin D, Liu L, Zhang M, Hu Y, Yang Q, Guo J, et al. Co-infecciones de SARS-CoV-2 con múltiples patógenos respiratorios comunes en pacientes infectados. Sci China Life Sci [Internet]. 2020; 63 (4): 606–9. Disponible en: https://doi.org/10.1007/s11427-020-1668-5
5. Richardson S, Hirsch JS, Narasimhan M, Crawford JM, McGinn T, Davidson KW y col. Presentación de características, comorbilidades y resultados entre 5700 pacientes hospitalizados con COVID-19 en el área de la ciudad de Nueva York. JAMA [Internet]. 2020; 323 (20): 2052. Disponible en: https://dx.doi.org/10.1001%2Fjama.2020.6775
6. Shinozaki T, Sasahara K, Iwami E, Kuroda A, Matsuzaki T, Nakajima T, et al. Un caso de coinfección por influenza B y Mycoplasma pneumoniae en un adulto. Case Rep Infect Dis [Internet]. 2018; 2018: 1–4. Disponible en: https://doi.org/10.1155/2018/3529358
7. Li Z, He L, Li S, He W, Zha C, Ou W, et al. Combinación de niveles de procalcitonina y proteína C reactiva en el diagnóstico temprano de coinfecciones bacterianas en niños con influenza H1N1. Influenza Otros virus respiratorios [Internet]. 2019; 13 (2): 184–90. Disponible en: https://dx.doi.org/10.1111%2Firv.12621
8. Nickbakhsh S, Mair C, Matthews L, Reeve R, Johnson PCD, Thorburn F, et al. Las interacciones virus-virus afectan la dinámica poblacional de la influenza y el resfriado común. Proc Natl Acad Sci [Internet]. 2019; 116 (52): 27142–50. Disponible en: https://dx.doi.org/10.1073%2Fpnas.1911083116
9. CDC. La temporada de influenza [Internet]. Center for Disease Control and Prevention. 2020. Disponible en: https://espanol.cdc.gov/flu/about/season/flu-season.htm
10. Zheng X, Wang H, Su Z, Li W, Yang D, Deng F, et al. Coinfección del SARS-CoV-2 y el virus de la influenza en la etapa inicial de la epidemia de COVID-19 en Wuhan, China. J Infectar [Internet]. 2020; 81 (2): e128–9. Disponible en: https://dx.doi.org/10.1016%2Fj.jinf.2020.05.041
11. Wu X, Cai Y, Huang X, Yu X, Zhao L, Wang F, et al. Coinfección con SARS-CoV-2 y virus de influenza A en pacientes con neumonía, China. Emerg Infect Dis [Internet]. 2020; 26 (6): 1324–6. Disponible en: http://wwwnc.cdc.gov/eid/article/26/6/20-0299_article.htm
12. Redacción. Mascarillas contra el coronavirus | La nueva evidencia de que el uso masivo de tapabocas puede “prevenir una segunda ola de covid-19” [Internet]. BBC News Mundo. 2020. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-53032062
13. Aguilar Gamboa FR, Suclupe-Campos DO. Epidemiología molecular del virus del sarampión en la región de las Américas: panorama actual. Rev la Fac Med Humana [Internet]. 2020; 20 (3): 474–84. Disponible en: https://doi.org/10.25176/RFMH.v20i3.2966
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