top of page
  • Danny O. Suclupe Campos

La paradoja de los pacientes COVID-19 que no desarrollan anticuerpos

¿Acaso subestimamos la inmunidad celular?

A más de seis meses de la peor pandemia del siglo XXI por la COVID-19, persisten importantes dudas que la comunidad científica sigue sin resolver, entre ellas, si el nivel de protección contra el SARS-CoV-2 en la población expuesta o infectada difiere entre la forma sintomática y asintomática, ¿qué ocurre con las personas que no desarrollan anticuerpos duraderos, son susceptibles a una nueva infección? ¿las pruebas de anticuerpos por sí solas revelan inmunidad protectora o estamos olvidando algún otro tipo de inmunidad?


Hasta la fecha, la evidencia sugiere que la infección por SARS-CoV-2 ofrece una protección casi completa en modelos animales(1) con pocas posibilidades de reinfección temprana(2). Sin embargo, también se han notificado estudios desalentadores. Un artículo de Long Q et al.(3) publicado en Nature medicine, informa que pacientes con formas leves y asintomáticas de COVID-19 desarrollan bajos niveles de anticuerpos de inmunoglobulina G (IgG) indetectables en pocos meses. Pero no sería la primera vez que se observan estos resultados. Trabajos previos en SARS-CoV han demostrado la corta duración de anticuerpos después de la infección(4). Esto preocupa a los investigadores y a la población en general que cuestionan la eficacia de las vacunas en desarrollo. Aunque el estudio de Long Q y colaboradores fue revisado por pares, sus resultados deben ser comparados con estudios de cohorte prospectivos a mayor escala.


A pesar de este “desalentador” hallazgo, debemos considerar otros aspectos de la inmunidad. En este sentido, las investigaciones realizadas hasta la fecha se han centrado sólo en una parte de la inmunidad, la dependiente de anticuerpos (inmunidad humoral), sin embargo, hay otra clase de respuesta inmune para hacer frente al virus, que puede ser más efectiva y de la que menos se ha hablado: la basada en varios tipos de células del sistema inmune conocidas como linfocitos T (inmunidad celular). Dos de ellas particularmente importantes: los linfocitos T CD8+ que son capaces de matar a las células infectadas y los linfocitos T CD4+ que son esenciales para producir nuevos anticuerpos si el virus regresa semanas o meses después de la primera infección.

Fuente: Deciphering the TCR Repertoire to Solve the COVID-19 Mystery. Disponible en https://doi.org/10.1016/j.tips.2020.06.001

Por este motivo, debido a la limitada información disponible sobre la respuesta de las células T contra el SARS-CoV-2, existe la necesidad urgente de comprender la importancia este tipo de células, evaluar su proporción en la población, que nivel de inmunidad les brinda, mapear sus reacciones y descubrir que péptidos antigénicos virales son objetivos específicos de estas.


Uno de los primeros estudios que aborda esta problemática data de mediados de abril, donde un grupo de investigadores del hospital Charité de Berlín(5), observó, que de 18 pacientes hospitalizados por COVID-19, el 83 % desarrolló células T reactivas a la glicoproteína S del SARS-CoV-2 y el 34 % de donantes sanos seronegativos para SARS-CoV-2, también lo hizo. Esta evidencia fue respaldada más adelante por un estudio publicado en la revista científica Cell Press(6), donde el 70% de los pacientes que se recuperaron de COVID-19 con un curso normal de la enfermedad sin complicaciones, desarrollaron respuesta robustas de células T CD4+ y CD8+ a las proteínas estructurales y no estructurales del virus. Pero lo más “interesante” es que este tipo de células, también se encontraron en sujetos no expuestos y en el 50% de las muestras de sangre recogidas entre 2015 y 2018 (antes de que el SARS-CoV-2 comenzará a circular), lo que revela que el SARS-CoV-2 induce a las células T CD8+ y CD4+ auxiliares para la producción de anticuerpos. Faltaría averiguar, qué tan exitosa es esta respuesta.


Dos estudios realizados en Alemania(7) y Suecia(8), en pacientes convalecientes al COVID-19 asintomática/leve o grave y en sujetos no expuestos al virus encontraron los mismos resultados, pero lo más sorprendente es que en algunas de las personas infectadas ya recuperadas no se detectaron anticuerpos circulantes detectables (IgG). Esto significa que si se les hubieran hecho un prueba de anticuerpos convencional, se habrían contado como no infectados, sin embargo, la realidad es que son personas que han pasado la enfermedad y que poseen linfocitos T específicos dirigidos contra las proteínas N, M y S del SARS-CoV-2 que generan respuestas de memoria de amplia proliferación que deberían protegerlos de nuevas infecciones.


Sobre estos hallazgos, Danny Altmann, portavoz de la Sociedad Británica de Inmunología, declaró a la prensa: "Entre los muchos estudios de inmunidad celular al SARS-CoV-2 que han aparecido en los últimos meses, éste enfoque es el más sólido, impresionante y completo que se ha utilizado y se suma al creciente conjunto de pruebas de que muchas personas que fueron seronegativas en realidad tienen una respuesta inmunológica específica según se mide en sus ensayos de células T, lo que confirma que los análisis de anticuerpos por sí solos subestiman la inmunidad". Esto significa que la inmunidad pública es probablemente más alta de lo que las pruebas de anticuerpos han sugerido hasta ahora.


Uno de los resultados más interesantes de los estudios expuestos anteriormente proviene de las personas no infectadas que tenían células T de memoria capaces de identificar al SARS-CoV-2. Pero, ¿cómo es esto posible?. Los científicos creen que se trata de un caso de reactividad cruzada probablemente con otros coronavirus humanos circulantes (HCoV-229E, HCoV- NL63, HCoV-OC43) que producen infecciones estacionales de "resfriado común" con síntomas respiratorios autolimitados leves(6). Sugiriendo que las infecciones previas proporcionan un cierto nivel de inmunidad residual al SARS-CoV-2, y de ser así, demostraría dos cosas: la primera, las diferencias en las tasa de infección en las distintas zonas geográficas y la segunda, porque una fracción significativa de personas no desarrollan enfermedad grave por COVID-19 esto en base a que la memoria preexistente puede montar una respuesta inmune rápida y fuerte al SARS-CoV-2.


A pesar que se supone que la memoria de células T preexistente contra el SARS-CoV-2 es favorable en algunos pacientes, no se dispone de datos que apoyen esto, tanto en su origen (fuente) como en la relevancia clínica asociada a la gravedad de la enfermedad. Incluso se sospecha que esta respuesta podría ser perjudicial por mecanismos como el “pecado original antigénico”, o la mejora dependiente de anticuerpos (ADE), pero tampoco hay evidencia directa que respalde esto(9). Sin embargo, debemos considerar ambos escenarios y confirmar los hallazgos en grupo de pacientes con las mismas características.


En resumen, conocer este tipo de células contra el SARS-CoV-2 es importante para entender la patogénesis de la enfermedad. Está a la espera de ser abordado para obtener datos más reales de inmunidad poblacional (inmunidad de rebaño) que incluya la inmunidad preexistente a otros coronavirus y así poder modificar las medidas de control de la pandemia. No obstante, de los datos obtenidos hasta la fecha, todo indica que las fuertes respuestas de las células T auguran un buen desarrollo de inmunidad protectora a largo plazo.


Las más de 100 vacunas COVID-19 en desarrollo se han centrado principalmente en la producción de anticuerpos neutralizantes contra la proteína S. En cambio, para desencadenar la producción de éstos, las vacunas, deben estimular a las células T auxiliares, lo que indica que una vacuna, que potencie ambos brazos (celular y humoral) podría ser más efectiva porque contendría más péptidos antigénicos virales estimuladores de células T.


Autor: Danny O. Suclupe Campos

Microbiólogo. Universidad Pedro Ruíz Gallo. Facultad de Ciencias Biológicas, Departamento De Microbiología. Lambayeque, Perú.


#SARS-CoV-2, #Antibodies Neutralizing, #Immunity Cellular, #T-Lymphocytes


Referencias bibliográficas

1. Chandrashekar A, Liu J, Martinot AJ, McMahan K, Mercado NB, Peter L, et al. SARS-CoV-2 infection protects against rechallenge in rhesus macaques. Science (80- ) [Internet]. 2020;eabc4776. Disponible en: https://doi.org/10.1126/science.abc4776


2. Kirkcaldy RD, King BA, Brooks JT. COVID-19 and Postinfection Immunity. JAMA [Internet]. 2020;323(22):2245. Disponible en: https://doi.org/10.1001/jama.2020.7869


3. Long Q-X, Tang X-J, Shi Q-L, Li Q, Deng H-J, Yuan J, et al. Clinical and immunological assessment of asymptomatic SARS-CoV-2 infections. Nat Med [Internet]. 2020; Disponible en: https://doi.org/10.1038/s41591-020-0965-6


4. Channappanavar R, Fett C, Zhao J, Meyerholz DK, Perlman S. Virus-Specific Memory CD8 T Cells Provide Substantial Protection from Lethal Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus Infection. J Virol [Internet]. 2014;88(19):11034–44. Disponible en: https://doi.org/10.1128/JVI.01505-14


5. Braun J, Loyal L, Frentsch M, Wendisch D, Georg P, Kurth F, et al. Presence of SARS-CoV-2 reactive T cells in COVID-19 patients and healthy donors. medRxiv [Internet]. 2020;2020.04.17.20061440. Disponible en: https://doi.org/10.1101/2020.04.17.20061440


6. Grifoni A, Weiskopf D, Ramirez SI, Mateus J, Dan JM, Moderbacher CR, et al. Targets of T Cell Responses to SARS-CoV-2 Coronavirus in Humans with COVID-19 Disease and Unexposed Individuals. Cell [Internet]. junio de 2020;181(7):1489-1501.e15. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.cell.2020.05.015


7. Nelde A, Bilich T, Heitmann JS, Maringer Y, Salih HR, Roerden M, et al. SARS-CoV-2 T-cell epitopes define heterologous and COVID-19-induced T-cell recognition. 2020; Disponible en: https://dx.doi.org/10.21203/rs.3.rs-35331/v1


8. Gallais F, Velay A, Wendling M-J, Nazon C, Partisani M, Sibilia J, et al. Intrafamilial Exposure to SARS-CoV-2 Induces Cellular Immune Response without Seroconversion. medRxiv [Internet]. 2020;2020.06.21.20132449. Disponible en: https://doi.org/10.1101/2020.06.21.20132449


9. Sette A, Crotty S. Pre-existing immunity to SARS-CoV-2: the knowns and unknowns. Nat Rev Immunol [Internet]. 2020; Disponible en: https://doi.org/10.1038/s41577-020-0389-z

108.409 visualizaciones
  • Facebook
  • Twitter
  • Icono social LinkedIn
  • YouTube
  • Icono social Vimeo

NOSOTROS

PROYECTOS

PREMIOS

EQUIPO

CONTACTO

CLIENTES

bottom of page