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Recopilando información clínica durante la pandemia por COVID-19:

  • Foto del escritor: Franklin R. Aguilar Gamboa
    Franklin R. Aguilar Gamboa
  • 29 jul 2020
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 29 jul 2020

desde el crucero Diamond princess a la Sympston Study App

El conocimiento de las características clínico epidemiológicas en la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID ‐ 19) durante los primeros meses de 2020 fue heterogéneo y circunscrito principalmente a China y al continente Europeo. Durante la expansión del virus y la subsecuente declaración de pandemia, se pudo reconocer cada vez de mejor manera las características de la infección por este nuevo virus, además se presentó la oportunidad de valernos de algunos eventos y medios para recopilación de información clínica.


Una de las mejores herramientas estadísticas para sintetizar los datos obtenidos de distintos estudios son los metaanálisis, los cuales otorgan un buen nivel de evidencia para la toma de decisiones en el ámbito clínico. Durante la pandemia de 2020, uno de los primeros metaanálisis respecto a las características clínicas de COVID-19 mostró que de 3062 pacientes con la enfermedad una mayor proporción de infectados eran hombres, y que la incidencia de insuficiencia respiratoria o síndrome de dificultad respiratoria aguda se presentaba en casi la cuarta parte de ellos y que la tasa de mortalidad alcanzaba el 5,5 %.(1) Sin duda, esto último ha sido muy discutido y aunque en un inicio ampliamente subestimado, la OMS ha reconocido que la mortalidad del COVID-19 es hasta 10 veces superior a la de la gripe.(2)


El mismo metaanálisis citado líneas arriba señaló que la fiebre, fatiga, tos y expectoración eran las manifestaciones clínicas más comunes, mientras que el dolor muscular, anorexia, opresión en el pecho, dificultad para respirar y disnea se notificaron junto a síntomas menores que incluyeron náuseas, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, dolor de garganta, escalofríos y dolor abdominal.(1) Una segunda revisión sistemática mucho más amplia realizada en pacientes con COVID-19 en China continental determinó una edad media de 49,4 años, y que el 38,5 % tenían al menos una comorbilidad. La fiebre y la tos también fueron los síntomas más comunes, seguidos de fatiga, expectoración y dificultad para respirar. Sin embargo lo más resaltante de este estudio fue el informe de que la mayoría de los pacientes con COVID-19 tenían hallazgos anormales de tomografía computarizada de tórax con opacidad de vidrio esmerilado (70,70 %).(3)

Posteriormente se reveló que los pacientes pueden experimentar daño hepático y renal, así como el hallazgo de enzimas miocárdicas anormales en diversos grados. Los pacientes de edad avanzada (≥ 58) y las enfermedades crónicas acompañantes se consideraron predictores independientes para desarrollar una infección grave con una mayor mortalidad, mientras que los niveles de proteína C reactiva se consideraron significativos para predecir la enfermedad clínicamente crítica. Así mismo se reconoció que COVID-19 podía afectar múltiples órganos del cuerpo humano.(4)


De este modo, los primeros metaanálisis nos otorgaron datos retrospectivos sobre las características clínicas de COVID-19 en un tiempo relativamente corto. Con esta información se establecieron protocolos que permitieron de alguna manera hacer frente a la enfermedad durante los primeros meses de su expansión en el planeta. Sin embargo, aún se necesitaba mayor investigación referente a combinaciones de síntomas y signos que probablemente fuesen más específicos, sobretodo en entornos de atención primaria por no ser lo suficientemente precisos como para confirmar o descartar la enfermedad, una realidad expuesta por una Revisión sistemática indexada en Cochrane. (5)


Uno de los eventos que otorgó una oportunidad excepcional para estudiar la dinámica del brote del COVID-19 en un ambiente aislado fue el caso del crucero Diamond Princess, en el cual se ordenó una cuarentena para sus 3700 ocupantes (entre pasajeros y tripulación) luego de detectarse casos dentro del mismo. Éste, se convirtió después en el paradigma de cómo se puede propagar el virus de manera descontrolada en entornos de mucha densidad de población sin distanciamiento social. De este evento, se pudo calcular una tasa de letalidad corregida por caso confirmado del 2,3 % (IC95% 0,75% a 5,3%), y del 1,2 % por caso infectado (IC95 % 0,38 % a 2,7 %). Mientras que en todos los casos infectados, la proporción de personas asintomáticas fue del 17,9 % (ICr 95 % 15,5 % a 20,2 %), pudiendo llegar a ser tan alta como del 39,9 % (ICr95% 35,7% a 44,1%).(6)


Este hecho no solo nos enseñó, cuán contagioso puede ser el nuevo coronavirus y el impacto de la implantación de un periodo de confinamiento sobre su reproducción sino que las concentraciones séricas de lactato deshidrogenasa fueron significativamente más altas en participantes que fueron asintomáticos al ingreso pero desarrollaron COVID-19 sintomático posteriormente. Mientras que pacientes con edad media de 73 años [RIC 55-77] tenían con más frecuencia complicaciones y formas severas respecto a pacientes con una media de 60 años [40-71]; p = 0,028). Así mismo, la consolidación en tomografía computarizada de tórax y linfopenia, fueron características que a partir de este estudio, se propusieron como factores de riesgo potenciales para la progresión de la enfermedad.(7)


Luego de este evento las revisiones sistemáticas continuaron contribuyendo con información adicional, esta vez referida a los portadores y trabajadores asintomáticos en los centros de salud, mediante estudios multicéntricos desarrollados en Arabia Saudita determinaron que los pacientes que trabajan en centros de salud representaron el 12,5 % de los casos y que el 9,3 % de los casos eran sintomáticos. (8) Por otro lado también se determinó la importancia de los casos de COVID-19 en niños. Un metaanálisis al respecto mostró que la mayoría de los niños con COVID-19 tienen síntomas leves y que el 83 % de ellos estaban dentro de grupos familiares donde se tenían casos, y el 19 % no tenía síntomas.(9)


Finalmente en Julio de 2020, científicos de la universidad King's College London, en Reino Unido, identificaron seis variantes de la enfermedad que produce el COVID-19, esto gracias a una aplicación de celular denominada COVID-19 Sympston Study App, una aplicación que permite a los usuarios tanto descargar como ingresar información referente al coronavirus.(10) Aunque la tos persistente, fiebre y anosmia fueron señalados como principales síntomas de COVID-19, los datos recopilados de los usuarios de la aplicación indicaron muchas otras manifestaciones, las cuales se pudieron organizar en seis cúmulos o agrupaciones de síntomas que surgen en momentos particulares durante la progresión de la enfermedad.


Los 3 primeros tipos estuvieron orientados a síntomas gripales con o sin fiebre y gastroenteritis donde las personas que los reportaron sufrieron además de jaquecas y pérdida de olfato, con varias combinaciones de síntomas adicionales en diferentes momentos. Los otros 3 grupos fueron de síntomas severos señalados de forma ordinal con progresión de fatiga, confusión y síntomas abdominal- respiratorios. Así mismo, descubrieron que un muy bajo porcentaje de las personas con los cúmulos 1, 2 y 3 necesitaron asistencia respiratoria. Además, casi la mitad de los pacientes en el cúmulo 6 terminaron en el hospital, comparado a sólo 16% del cúmulo 1. En términos generales, los pacientes que manifestaron síntomas de los últimos tres cúmulos tendieron a ser mayores y más débiles, con más probabilidad de ser obesos y tener condiciones preexistentes como diabetes o enfermedad pulmonar que los pacientes de tipo 1, 2 o 3.(11)

A diferencia de pandemias anteriores, en la actualidad contamos con mayores herramientas de recopilación de datos que han permitido en pocos meses tener un conocimiento más completo de esta nueva enfermedad. Del mismo modo las redes sociales, las recursos online como la otorgada por la Universidad Jhons Hopkins,(12) y las revistas científicas han encontrado la manera de facilitar el acceso a esta información en un hecho sin precedentes que sin duda marcará la senda para futuras intervenciones.


Autor:

Microbiologo. Franklin R. Aguilar-Gamboa.

Laboratorio de inmunología y virología - Dirección de investigación, Hospital Regional Lambayeque - Perú


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Referencias bibliográficas

1. Zhu J, Ji P, Pang J, Zhong Z, Li H, He C, et al. Clinical characteristics of 3062 COVID‐19 patients: A metaanalysis. J Med Virol [Internet]. 2020;jmv.25884. Disponible en: https://doi.org/10.1002/jmv.25884


2. infosalus. La tasa de mortalidad del Covid-19 es “10 veces superior” a la gripe, avisa la OMS [Internet]. infosalus. 2020. Disponible en: https://bit.ly/39HHDJB


3. Tang C, Zhang K, Wang W, Pei Z, Liu Z, Yuan P, et al. Clinical Characteristics of 20,662 Patients with COVID-19 in mainland China: A Systemic Review and Meta-analysis. medRxiv [Internet]. 2020;2020.04.18.20070565. Disponible en: https://doi.org/10.1101/2020.04.18.20070565


4. Jin A, Yan B, Hua W, Feng D, Xu B, Liang L, et al. Clinical characteristics of patients diagnosed with COVID-19 in Beijing. Biosaf Heal [Internet]. junio de 2020;2(2):104–11. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.bsheal.2020.05.003


5. Struyf T, Deeks JJ, Dinnes J, Takwoingi Y, Davenport C, Leeflang MM, et al. Signs and symptoms to determine if a patient presenting in primary care or hospital outpatient settings has COVID-19 disease. Cochrane Database Syst Rev [Internet]. 2020; Disponible en: https://doi.org/10.1002/14651858.CD013665


6. Centro Iberoamericano Cochrane. ¿Cuál es la dinámica de un brote de la COVID-19? La experiencia del crucero Diamond Princess [Internet]. The Cochrane Collaboration. 2020. Disponible en: https://bit.ly/33d3yr7


7. Tabata S, Imai K, Kawano S, Ikeda M, Kodama T, Miyoshi K, et al. Clinical characteristics of COVID-19 in 104 people with SARS-CoV-2 infection on the Diamond Princess cruise ship: a retrospective analysis. Lancet Infect Dis [Internet]. 2020; Disponible en: https://doi.org/10.1016/S1473-3099(20)30482-5


8. Alsofayan YM, Althunayyan SM, Khan AA, Hakawi AM, Assiri AM. Clinical characteristics of COVID-19 in Saudi Arabia: A national retrospective study. J Infect Public Health [Internet]. 2020;13(7):920–5. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.jiph.2020.05.026


9. Wang Z, Zhou Q, Wang C, Shi Q, Lu S, Ma Y, et al. Clinical characteristics of children with COVID-19: a rapid review and meta-analysis. Ann Transl Med [Internet]. 2020;8(10):620–620. Disponible en: https://dx.doi.org/10.21037%2Fatm-20-3302


10. Zoe Global Limited. COVID Symptom Study [Internet]. 2020. Disponible en: https://covid.joinzoe.com/


11. Sudre CH, Lee K, Ni Lochlainn M, Varsavsky T, Murray B, Graham MS, et al. Symptom clusters in Covid19: A potential clinical prediction tool from the COVID Symptom study app. medRxiv [Internet]. 2020;2020.06.12.20129056. Disponible en: https://doi.org/10.1101/2020.06.12.20129056


12. Johns Hopkins University. Coronavirus Resource Center [Internet]. Johns Hopkins University. 2020. Disponible en: https://coronavirus.jhu.edu/

 
 
 

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